lunes, 25 de abril de 2011

El Rabino y el Escéptico

Hace tiempo leí una historia que me llamo mucho la atención, y dice así:

Había una vez un rabino en una pequeña aldea en Rusia que desaparecía cada mañana de viernes por varias horas. Los aldeanos devotos contaban que durante esas horas su rabino ascendía al Cielo para hablar con Dios. Un recién llegado escéptico se encontraba en el pueblo, determinado a descubrir dónde estaba realmente el rabino.

Una mañana de viernes el recién llegado se ocultó cerca de la casa del rabino, le observó levantarse, decir sus oraciones y ponerse las ropas de un campesino. Lo siguió mientras tomaba un hacha e iba al bosque, cortaba un árbol y reunía un gran fardo de leña. Luego el rabino se dirigía a una casucha en la sección más pobre de la aldea en la que vivía una anciana y su hijo enfermo. Les dejó la madera que era suficiente para la semana. Luego el rabino regresó calladamente a su propia casa.

La historia concluye en que el recién llegado se quedó en la aldea y se convirtió en discípulo del rabino. Y cada vez que escucha a uno de los habitantes decir, "los viernes por la mañana nuestro rabino asciende al Cielo," el recién llegado silenciosamente añade, "si no es que más alto."

Aun y cuando se que esta historia probablemente nunca paso (exactamente así como la narra el autor desconocido), me gusta pensar que historias similares a esta se dan en la soledad de la consciencia propia, sin que nadie manche las acciones de amor sincero con supuestas pretensiones, o con incitaciones a la vanagloria.


jueves, 13 de enero de 2011

La humanidad del Señor Jesús. Indice

Recién termine de escribir una serie de temas con respecto a la humanidad del Señor Jesucristo, y el propósito de esta publicación es para generar un indice de los temas.

Indice:
Introducción
1.- La Tradicion
2.- La Tentación
3.- Varón Perfecto
4.- Conclusión

Sientanse libres para expresar cualquier critica (constructiva) ya sea con respecto a la ortografia, redaccion, o en la teologia de los escritos.

Saludos.

martes, 28 de diciembre de 2010

La humanidad del Señor Jesús. 4.- “Conclusión”

“De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.” (Juan 14:12)

 En mi opinión la biblia es clara en cuanto a la humanidad de el Señor Jesús, El afronto lo mismo que nosotros y mas, tomo nuestras debilidades y sufrió nuestras dolencias.

Supero la prueba en la que Adán había fallado. Adán estando en las mejores condiciones, conociendo solo lo bueno, y teniendo solo un punto de prueba, no comer el fruto de un único árbol, aun así peco. Mientras Jesús tuvo que superar la prueba en un terreno mas adverso, en un mundo de pecado, en donde todo incluso su propio cuerpo era capaz de tentarle a desobedecer a Dios, aun con todo esto, pudo vencer la tentación, tomado de la mano del Padre, le fue dada fuerza para morir al “yo”, a la voluntad carnal y así llegar a ser un sacrificio expiatorio, perfecto.

Aunque el motivo por el cual Jesús vino a la tierra, era el de redimir a la humanidad caída (lo cual hizo), también quedo demostrado una segunda cosa, y esta es que el hombre puede ser restaurado a su posición original.

Isaias 13:
12 Haré más precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ofir al hombre.

El Señor al cumplir con la voluntad de Dios como hombre, demuestra que es posible para cualquier hombre, cumplir con la voluntad de Dios, dejar de pecar, y vencer toda tendencia intrínseca hacia el pecado.

Es por eso que el Señor da el mandato de “sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mat. 5:48).

Así como también les instaba a dejar de pecar, como en el caso de la mujer que fue sorprendida en adulterio, después de haber sido perdonada por Jesús, este le dice: “Vete, y no peques más” (Juan 8:11). Esta instrucción (aunque difícil desde nuestro punto de vista) no era algo imposible. Aparte de esta instrucción se nos otorga también el poder para cumplirla, teniendo un ejemplo, una meta, el Señor nos dice: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” (Mat. 11:29-30)

Por lo tanto la humanidad de el Señor Jesús debe ser nuestro ejemplo, nuestra meta, una guía hacia la santidad, “… santidad, sin la cual nadie vera a Dios” (Heb. 12:14)

Y esto debe ser nuestra tarea diaria, llegar a ser como Jesús, y a través de nuestros dones, ayudar a otros a llegar también a la meta.

Efesios 4:
11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

 

Así que todos, deberíamos de apoyarnos mutuamente para llegar a la meta, llegar a ser un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.

Te preguntas ¿Cual es la razón por la cual hoy en día no se ven tantos milagros, como los que se cita en la biblia? la respuesta no es por que Dios no este dispuesto a obrar a través de sus hijos como en aquellas épocas, sino que nosotros no estamos dispuestos a morir a el amor propio, al ego, no estamos dispuestos a tomarnos de la mano de nuestro Salvador y permitirle que transforme nuestras vidas, que nos haga nuevas criaturas.

Muchos nos autodenominamos cristianos (seguidores de Cristo), pero nos rehusamos a cambiar nuestra forma de ser, de pensar, mientras que el Señor dijo: “… si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.”

Para concluir, habiendo evidenciado como las Santas Escrituras declaran que el Señor Jesús, fue tan humano como tu y como yo (pero, sin pecado) sabiendo que tuvo que afrontar las mismas pruebas y aun mayores, y sabiendo que el obtuvo victoria por nosotros negándose a sí mismo, se nos insta a hacer lo mismo, a negarnos a nosotros mismos, a tomarnos de la mano de el Padre, a obtener victoria sobre el pecado y sobre las tentaciones, a llegar a ser un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, a permitir que el Señor nos restaure a nuestra gloria primera, y tomarnos para sí, para que se cumplan las palabras: “… vendré otra vez, y os tomare a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.”

lunes, 27 de diciembre de 2010

La humanidad del Señor Jesús. 3.- "Varón Perfecto"

"7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente.
8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;
9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;" (Hebreos 5:7-9)

El Señor Jesús (como hombre), tuvo que aprender a diferenciar lo malo de lo bueno, y a escoger lo bueno y desechar lo malo (Isaias 7:14). También dice la escritura que aprendió a ser obediente y cuando fue perfeccionado llego a ser autor de eterna salvación.

Bien es cierto que el Señor Jesús nunca pecó, y esto nos podría llevar a pensar, que el hecho de no pecar es ser perfecto, sin embargo, la escritura dice en Hebreos 5:9, que el Hijo fue perfeccionado, y en Hebreos 2:10 dice que era conveniente que Cristo fuera perfeccionado por aflicción para poder traer a muchos a la gloria.

Hebreos 2:
10 Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.

Pero si Cristo no cometía pecado, ¿En que debía ser perfeccionado?

Mi respuesta seria: Debía perfeccionar su carácter humano.

Aun y cuando nunca cedió ante la tentación, Cristo tuvo que luchar entre la voluntad divina y su voluntad humana. El declara que ha descendido del cielo para hacer no su voluntad, sino la voluntad del que lo envió (Juan 6:38).

Las tentaciones que trajo satanás ante El, tuvieron que ser atractivas para su humanidad, es decir, debía sentirse tentado a aceptar, de otra forma no serian tentaciones.

Por ejemplo, si yo no fumo, y no solo no fumo, sino que detesto el cigarro al grado que me de asco o repulsión, ¿ Podría alguien tentarme a fumar?, ciertamente me lo podrían sugerir, pero en mi no se produciría ninguna tentación, la tentación seria si el fumar fuera algo atractivo o como mínimo si desconociera el hecho de hacerlo y tuviera curiosidad podría inclinarme a aceptar la sugerencia, es decir una tentación solo es tentación si en el interior de la persona se produce una lucha entre aceptar una proposición o no.

Dios no puede ser tentado (Santiago 1:13), nadie puede sugerirle a Dios que haga algo malo, pero Cristo como hombre si podía ser tentado. Y no solo externamente como Adán y Eva antes de la caída, sino también internamente.

Justo antes de que Jesús fuera arrestado, fue a un lugar (Getsemaní) a orar, El sabia lo que iba a acontecerle, Moisés y Elias habían descendido del cielo para comunicárselo.

Lucas 9:
30 Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías;
31 quienes aparecieron rodeados de gloria, y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén.

Entonces Jesús conociendo lo que le iba a pasar, comenzó a entristecerse mucho, hasta la muerte, y separándose incluso de sus discípulos mas cercanos, clamo al Padre.

Mateo 26:
38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.

El Señor dijo, "si es posible, pasa de mi esta copa" en este momento, sabiendo que tenia que sufrir y padecer por la humanidad, llevando en si los pecados de todos para ofrecerse como sacrificio pascual, de su humanidad brota la petición, que de ser posible se le libre de lo que estaba apunto de padecer, una era la voluntad divina, y Cristo siempre se había regido por ella, pero en este momento, en el momento de la mas grande prueba que tendría que afrontar como hombre, su humanidad rehuye el sufrimiento y la muerte, pero añade "no sea como yo quiero, sino como tú".

Después de haber superado la tentación en el desierto unos cuantos años antes, ahora, no solo era tentado de manera externa a ir en contra de la voluntad de Dios, sino que ahora es tentado justo como nosotros somos tentados, cuando de nuestra propia concupiscencia somos atraídos y seducidos, ahora se enfrenta a la tentación que le hace su propia humanidad, pero decide no hacer su propia voluntad, sino la voluntad del Padre.

Después va en busca de sus discípulos, quizá buscando un poco de apoyo de parte de ellos, tal vez ver como ellos habían atendido su petición de quedarse orando podría haber fortalecido al Señor, pero en vez de eso volvió y los encontró durmiendo.

Mateo 26:
40 Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?
41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

Después sabiendo exactamente de lo que esta hablando les comenta lo siguiente, "el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil".

El conoce exactamente nuestras pruebas, nuestras batallas, nuestras dolencias y nuestras enfermedades, es por eso que el puede compadecerse de nosotros, nos comprende tanto que simpatiza con nosotros.

Hebreos 4:
15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

Así que, El sabe que el espíritu esta dispuesto, pero que la carne es débil.

Y se fue a orar por segunda ocasión, y también por tercera ocasión después de hallar a sus discípulos durmiendo por segunda vez, pero ahora sus palabras muestran sumisión ante la voluntad divina.

Mateo 26:
42 Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
43 Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño.
44 Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras.

"Padre mio, si no puede pasar de mi esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad." Aquí el Señor obtuvo la victoria sobre la tentación interna, y lo hizo no de forma divina, sino lo hizo como hombre, demostrando que el hombre es plenamente capaz de vivir bajo la voluntad de Dios.

Cristo no solo sabia lo que iba a padecer, también sabia las consecuencias de su sacrificio, sufrió lo que ningún hombre ha tenido que sufrir, el castigo de nuestra paz fue sobre El. sabia que si decidía abandonar al hombre a su destino y no sacrificarse, el hombre tendría que hacer frente al juicio de Dios sin mediador alguno, y sabia que la humanidad estaría totalmente perdida, pero, tomo una decisión, la de salvar al hombre aun a costa de su vida, aunque sufriera y padeciera un infierno en la tierra, aunque abandonara los atrios celestiales y las alabanzas de los ángeles para venir y nacer indefenso como un bebe en un pesebre, en humildad y no en gloria como El se merecía.

Isaias 53:
10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.

Debido a lo que padeció, aprendió la obediencia, y fue perfeccionado por las aflicciones, logro la victoria llegando a ser un sacrificio completo, perfecto, sin mancha, no cediendo a tentaciones externas o internas, llegando a padecer hasta sudar gotas de sangre, pero, vera el fruto de la aflicción de su alma, es decir, te vera a ti y a mi y a todos los que hayan decidido aceptarlo como su salvador, y quedara satisfecho, dirá, valió la pena.

lunes, 20 de diciembre de 2010

La humanidad del Señor Jesús. 2.- "La Tentación"

"Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado."(Hebreos 4:15)

Para entender el tema de la humanidad del Hijo de Dios, y tratar de comprender si poseía una humanidad diferente a la de nosotros o no, debemos escudriñar las escrituras en especial las concernientes a su humanidad.

Filipenses 2:
5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;

Algo que deberíamos tener siempre en cuenta cuando tocamos este tema es, Dios se hizo hombre, Cristo Jesús teniendo la forma de Dios, no se aferro a ella, sino que se despojo a si mismo y fue hecho semejante a los hombres.

No por esto dejo de ser Dios, pues sigue recibiendo alabanzas y se le sigue glorificando y alabando (Apoc. 4).

Pero hasta donde llega su humanidad, llego a ser hombre como Adán antes de la caída o como Adán después de la caída.

En mi opinión, Cristo, el segundo Adán, compartía con el primer Adán el hecho de ser sin pecado, Adán, cuando fue creado por Dios tenia un pleno conocimiento del bien, se encontraba en plena armonía con la voluntad Divina, no fue sino hasta la entrada del pecado, que Adán tuvo conocimiento del mal.

Génesis 3:
22 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.

Pero aun y cuando Cristo compartía con el primer Adán (antes de la caída) el hecho de ser sin pecado, no compartían el mismo estado en su conocimiento, Adán solo conocía lo bueno, Cristo (como hombre) conocía tanto el bien como el mal.

Isaias 7:
14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.
15 Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.

Desde su nacimiento, nuestro Señor poseia el conocimiento de lo bueno y lo malo y sus padres eran los encargados de no solo enseñarle a diferenciarlos sino a que supiera escoger lo bueno y desechar lo malo.

Esta diferencia se hace mas notoria en la tentación.

Eva y Adán fueron tentados por un agente externo, primero Eva por la serpiente y después Adán por Eva. El pensamiento de desobedecer a Dios no se origino propiamente en sus mentes, sino que alguien externo a ellos, se los sugirió. Pero después del pecado, el hombre, ya con conocimiento tanto de lo bueno y lo malo el hombre adquiere concupiscencia, es decir, la posibilidad de ser tentados no por un agente externo, sino por uno interno, la posibilidad de que la idea de desobedecer a Dios se origine en nuestras propias mentes.

Santiago 1:
14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
15 Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.

El agente seductor paso de ser algo extrínseco a ser algo intrínseco. Esta concupiscencia es la que heredamos de nuestros padres, no heredamos propiamente el pecado, sino, la tendencia a ser tentados internamente, la inclinación a desobedecer a Dios de manera voluntaria.

Puede ser que mas de uno en este momento piense que Cristo fue tentado de manera externa al igual que Adán y Eva, y no esta del todo alejado de la realidad, Cristo en el desierto, después de haber ayunado por 40 días fue tentado por el enemigo, pero también fue tentado de manera interna. Recordemos que El "fue tentado en todo según nuestra semejanza" y como tu y yo somos tentados de manera interna debido a nuestra concupiscencia y Cristo fue tentado en todo según nuestra semejanza, El también tuvo que haber sido tentado de manera interna.

Cristo es Divino, como hombre fue el fruto del Espíritu Santo, pero de María, Cristo hereda la concupiscencia, la posibilidad de ser tentado internamente.

En mi siguiente aportación proveeré un ejemplo de tentación interna en Cristo.

lunes, 13 de diciembre de 2010

La humanidad del Señor Jesús. 1.- "La Tradición"

Existe la creencia de que el Señor Jesús no poseía la misma naturaleza humana que tu y yo, que no poseía ninguna inclinación hacia el pecado como la tenemos nosotros debido a este cuerpo.

Romanos 7:
18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
24 !!Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?

Se dice que de forma milagrosa el Espíritu Santo obro en la concepción de la Virgen María y que debido a esto su concepción fue inmaculada, y aseguran que esto fue necesario para que el Señor Jesús no participara de la naturaleza pecaminosa que todos heredamos de nuestros padres. Pero para que esto fuera posible, María debía ser sin pecado desde su concepción.

La información que hace la tradición carece de lógica, no por el hecho de que sea imposible para Dios el bloquear la carga de pecado que los hijos heredan de los padres, sino por que si Dios hubiera deseado que Cristo naciera sin esta tendencia pecaminosa, ¿No podría solamente haberla bloqueado desde la concepción de Jesús?

¿Por que tenia que bloquear esta carga desde su madre? y si esto era necesario, ¿No seria también necesario que los padres de María tuvieran una concepción inmaculada para poder permitir que María naciera sin pecado? Y de la misma forma los padres de los padres de María y así hasta llegar a Adán y Eva.

De esta manera, sabiendo que no era necesario que María tuviera una concepción inmaculada como lo afirma la tradición veremos mas adelante que era necesario para Jesús tomar de María su naturaleza humana caída y pecaminosa.

2 Corintios 5:
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

La humanidad del Señor Jesús. "Introducción"

Últimamente, en la iglesia en la que me congrego (Iglesia Adventista del 7mo. Día) entre varios hermanos y yo, hemos estado intercambiando opiniones acerca de la naturaleza humana de nuestro Señor Jesucristo, y me gustaría escribir acerca de mi interpretación personal.

Antes de empezar, me gustaría aclarar que todos concordamos en una cosa (la cual no esta en discusión), el Señor Jesucristo es Dios. Lo anterior lo comento para que no se malentienda el hecho de hablar del Señor Jesús como hombre solamente.

El propósito de la serie de escritos que me propongo a realizar es el de esclarecer un poco mas su humanidad, con el motivo de tener clara una meta, llegar a ser como El.

Esta escrito que todos debiéramos aspirar a llegar a ser como El.

Efesios 4:
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

Los diferentes dones que poseemos provienen de El, y tienen el propósito de utilizarse para la perfección de los santos, es decir, para ayudarnos los unos a los otros a llegar a la meta, la cual es, Cristo Jesús.